La nobleza tampoco estaba a salvo de la Inquisición, Sidona von Borcke de Pomerania fue una mujer criticada de la nobleza. Fue conocida por peleas, chismorreos y por tráfico. Sus hermanas del convento al que se había unido en 1604. La Inquisición estableció un juicio por brujería y la consideraron culpable. Su ejecución fue con una espada y con la quema en la hoguera.